<< VOLVER a la lista completa de prácticas
«El ancla» acompaña al capítulo 7 de Meditar se me da FATAL de Eduardo Jáuregui. Antes de lanzarte a seguir cualquiera de estas prácticas, Eduardo te invita a visualizar los vídeos introductorios de esta serie. También puedes consultar su guía para planificar tu entrenamiento y sus recomendaciones generales sobre estas prácticas.
Se trata de un ejercicio de meditación sentada que puedes incorporar en tu práctica diaria, y que consiste en mantener la atención focalizada en un «ancla» corporal, como la respiración o las sensaciones en alguna zona neutra del cuerpo. Esta práctica permite fortalecer la concentración, una capacidad básica para cualquier ejercicio meditativo. Conviene asentarla bien antes de continuar con otras meditaciones.
Encontrarás aquí un vídeo introductorio y dos vídeo-guías de 15 minutos: una para personas que se sienten cómodas observando la respiración, y otra para personas que prefieren emplear otra zona del cuerpo como «ancla» de la atención. ¿Cual es para ti? En la mayoría de las tradiciones se usa la respiración como ancla, y es la que suele recomendarse en general. Pero si notas que al observar la respiración se desencadenan molestias físicas o emociones que te desbordan, puedes emplear la guía alternativa. También es posible emplear los sonidos del ambiente como ancla de la atención.