Vivimos frecuentemente en la búsqueda de algo mejor, de algo que nos de felicidad, algo distinto a lo que tenemos en este momento. Esta búsqueda nos genera ansiedad y estrés que, a veces, nos lleva a querer llenar ese hueco interno con otras cosas, por ejemplo, con la comida. Este hueco puede ser hambre emocional y nunca se rellenará con la comida. En ese momento comemos porque queremos huir de esa emoción que tenemos en ese momento, no queremos estar con ella, utilizando la comida como camuflaje.
¿A quién no le ha pasado que ha llegado a casa cansado, enfadado o aburrido y ha ido de una manera inconsciente a la nevera, sin sentir hambre física, en piloto automático, y ha comido más de la cuenta? En estos momentos devoramos la comida no porque tengamos hambre sino porque en esos momentos sentimos que es la única forma de calmar al animal que sufre dentro de nosotros. Existe muchos motivos o situaciones que nos desvían a una relación de dependencia con la comida, alejándonos así de nuestro instinto natural de alimentarnos y convirtiéndonos en esclavos de nuestro sufrimiento.
Comer con atención plena ayuda a las personas a aprender cómo conectarse con la experiencia de comer, comer con los 5 sentidos, no solamente cubriendo una necesidad fisiológica, sino haciendo del comer una experiencia agradable y consciente.
Si hacemos una pausa antes de comer, con observación y curiosidad, enfocando la mente, podemos descubrir que esto puede ser el condimento que le faltaba a nuestra comida.
Mi nuevo curso de Mindful Eating
Este curso te permitirá volver a conectar con tus pensamientos, cuerpo y emociones de una manera amable y te permitirá:
- RE-establecer una relación saludable y alegre con la comida.
- Escapar de la culpabilidad que a veces se siente al comer.
- Aprendizaje de los nueve tipos de hambre.
- RE- conectar con los sentidos y con el cuerpo.
- Diferenciar entre hambre física y hambre emocional.
- Diferenciar entre estar lleno y estar satisfecho.
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